Ya se está comercializando en nuestro país el último “producto milagro” para blanquear los dientes, el carbón activo.
Aplicado con alta frecuencia se convierte en un producto abrasivo para el esmalte. Así que lo que hace realmente es desgastar la capa protectora del diente, dejándolo desprotegido ante agentes externos e incrementando el riesgo de caries y sensibilidad dental.
Según el estudio Suface changes of enamel after brushing with charcoal toothpaste, el tamaño de las partículas es tal que con la fricción, aumenta la rugosidad de la superficie del esmalte incrementando la proliferación de bacterias y biofilm. Mas riesgo de caries y enfermedades periodontales.
Sencillamente, no existe ninguna evidencia científica que avale el hecho de que este producto ayude a blanquear los dientes, es más, según la Asociación Dental Americana, puede dejar los dientes mas amarillos al exponer, mediante abrasión, la capa interna del diente, la dentina.
El color de nuestros dientes está determinado por la genética y por dicha dentina. No tienen por qué ser blancos relucientes, eso no es sinónimo de más sanos. Podemos blanquearlos para tenerlos 1 o 2 tonos más blancos. Esto no es malo mientras no busquemos los extremos.
Para blanquear de manera menos invasiva lo mejor es acudir al dentista. De una manera mucho más segura se puede conseguir un resultado satisfactorio.